Hace un par de semanas, María Fernanda me pidió que escribiera un artículo sobre la administración efectiva del tiempo, para publicarlo en el Blog y hace un par de días, cuando me lo recordó me tuve que disculpar, porque si bien siempre estoy ocupado, con múltiples tareas y asuntos pendientes, no tenía excusa para no haber atendido oportunamente su solicitud.
Debo reconocer que la causa de mi desatención fue que, a pesar de que lo identifiqué como tema prioritario, no lo anoté en mi listado de pendientes y por ende no lo clasifiqué ni lo agendé.
El tiempo, si no el que más, es uno de los recursos más importantes y valiosos que tenemos los seres humanos, porque todo lo que nos pasa y hacemos que pase, se da en el plano del tiempo.
Es además un recurso super democrático, porque para todos, el año tiene 52 semanas la semana 7 días y el día 24 horas, según sea la unidad que usted prefiera utilizar para planificar el tiempo.
Regreso al tema de la clasificación de las tareas o asuntos que nos toca atender, los cuales podemos distribuir en un rectángulo de 4 cuadrantes, en importantes, no importantes, urgentes y no urgentes.
Lo importante-urgente toca hacerlo en este momento, hoy, esta semana, según la cantidad de tiempo que se lleve cada una de las tareas de ese cuadrante.
Lo importante-no urgente, toca hacerlo mañana, después de haber atendido la lista anterior. También puedo delegarlo a una persona responsable que tenga la capacidad para hacerlo igual o mejor que yo.
Lo urgente-no importante, toca reconsiderarlo, si no es importante, por qué lo debo hacer? Será que lo elimino de la lista o también lo delego, porque asumí el compromiso de hacerlo y quiero cumplir mi palabra.
Lo no urgente-no importante, definitivamente lo re-evalúo y delego o lo elimino, porque podría ser que no pasa nada si no se hace. Estas tareas es mejor no asumirlas ni ponerlas en la lista. ¡Toca aprender a decir NO!
Entonces, si el tiempo es un recurso valioso, no lo gastemos, invirtámoslo de manera inteligente, priorizando las áreas de mi vida que necesito atender, según la escala de prioridades que tengamos definida, evaluando periódicamente el orden de importancia que le queramos dar.
Trabajo y negocios, educación y crecimiento personal, familia y amigos, salud física y mental, descanso y entretenimiento, etc.
Rueda de la Vida
Siempre recomiendo hacer el ejercicio de la Rueda de la Vida, para ayudarnos a priorizar las áreas de acción, calificándolas de 1 a 10, para luego definir y priorizar las tareas de cada una de ellas.
